8 diferencias entre la prediabetes y la diabetes (2024)
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Se estima que alrededor del 5.8% de la población mundial tenía prediabetes en el año 2021. Sin embargo, la prediabetes generalmente no presenta síntomas, lo que hace que muchas personas no sean diagnosticadas durante mucho tiempo.
Es importante señalar que los niveles de azúcar en sangre en la prediabetes permanecen por debajo del umbral necesario para diagnosticar la diabetes. No obstante, si no se presta atención, el riesgo de desarrollarla es muy alto.
En este artículo, exploraremos algunas de las principales diferencias entre la prediabetes y la diabetes. Estas distinciones te proporcionarán más información sobre cuándo buscar un profesional de la salud, cómo controlar eficazmente los niveles elevados de azúcar en sangre y minimizar el riesgo de diabetes.
Aunque ambas condiciones afectan los niveles de azúcar en sangre, existen algunas diferencias clave.
Como su nombre lo indica, la prediabetes se refiere a una condición que podría preceder a la diabetes. En este caso, los niveles de glucosa en sangre son más altos que lo normal, pero aún no lo suficientemente altos como para recibir un diagnóstico de diabetes.
La prediabetes conlleva un mayor riesgo de varios problemas de salud, como enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y presión arterial alta.
Los principales factores de riesgo para la prediabetes incluyen:
La buena noticia es que la prediabetes es reversible mediante una dieta saludable, ejercicio regular y pérdida de peso.
El mensaje clave aquí es que la detección temprana de la prediabetes es fundamental para evitar las consecuencias de salud más graves que pueden surgir con niveles incontrolados de azúcar en sangre.
Este es el tipo más común de la enfermedad. La vejez, la obesidad y un estilo de vida sedentario son factores de riesgo para desarrollar diabetes tipo 2.
El mecanismo principal detrás de la enfermedad es la resistencia a la insulina, lo que significa que las células del cuerpo no pueden utilizar la insulina de manera eficiente. Esto se traduce en niveles elevados de azúcar en sangre, ya que las células no pueden absorber la glucosa circulante y descomponerla para producir energía.
La diabetes tipo 1 se considera menos común, ya que representa solo entre el 5% y el 10% de todos los casos. Está relacionada con la incapacidad del páncreas para producir insulina de manera normal.
Factores genéticos y ambientales contribuyen al desarrollo de la diabetes tipo 1.
Este tipo de diabetes se desarrolla exclusivamente durante el embarazo. Después del parto, los niveles de azúcar en sangre vuelven a la normalidad y las funciones metabólicas de la madre se restablecen.
Sin embargo, las madres que han tenido diabetes gestacional tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en el futuro. Necesitan análisis de sangre regulares para detectar fluctuaciones tempranas en los niveles de glucosa en sangre y recibir atención médica oportuna para la diabetes.
Ahora que tenemos una clara distinción entre la prediabetes y la diabetes, profundicemos en los detalles y veamos en qué se diferencian estas dos condiciones.
Según los informes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), en 2019, 37.3 millones de estadounidenses tenían diabetes, mientras que alrededor de 96 millones tenían prediabetes.
Aproximadamente 8.5 millones de ellos aún no han sido diagnosticados, lo que destaca la importancia de asignar más recursos a la detección temprana.
En el Reino Unido, el Servicio Nacional de Salud (NHS England, en inglés) informó en 2023 que actualmente hay dos millones de personas en Inglaterra con alto riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Vemos las mismas tendencias a nivel mundial. Existe una discrepancia entre el número real de personas con niveles elevados de glucosa en ayunas y aquellos diagnosticados con prediabetes. Se estima que la población mundial con prediabetes aumentará del 5.8% en 2021 al 6.5% en 2045.
No sorprende ver muchos programas de prevención dedicados a limitar el avance de la enfermedad antes de llegar al punto irreversible de no retorno. Puedes obtener más información sobre estadísticas relacionadas con la prediabetes y la diabetes visitando los sitios web de la Asociación Mexicana de Diabetes y la Sociedad Española de Diabetes.
El Programa Nacional de Prevención de la Diabetes de Estados Unidos ha establecido diferentes criterios de diagnóstico para identificar la prediabetes o la diabetes. Ten en cuenta que la prueba que elijas debe repetirse dos veces antes de hacer un diagnóstico definitivo.
En su mayoría, la prediabetes es una condición silenciosa que carece de síntomas evidentes. Esto requiere una mayor atención a las señales de advertencia para buscar atención médica y realizar más pruebas antes de que la condición empeore. Las personas con prediabetes pueden informar cambios leves en la frecuencia de la micción, fatiga inexplicada y sed aumentada.
Por otro lado, siempre y cuando la diabetes esté controlada, la condición no causa síntomas molestos. Sin embargo, los niveles elevados de azúcar en sangre son perjudiciales para varios sistemas de órganos y son responsables de la presentación clásica de la diabetes.
Las personas con diabetes generalmente experimentan los siguientes síntomas:
El cuidado de estas dos condiciones también requiere enfoques diferentes.
La comunidad científica siempre busca enfoques basados en evidencia para prevenir la progresión de la prediabetes a la diabetes.
Un medicamento oral para reducir la glucosa en sangre, como la metformina, puede utilizarse para tratar la diabetes. También existen otros medicamentos disponibles.
Las intervenciones en el estilo de vida, como comer alimentos saludables, perder peso en exceso y mantenerse físicamente activo, pueden ayudar a reducir los factores de riesgo de la progresión de la prediabetes.
Limitar el consumo de alcohol y tabaco puede hacer maravillas para tu salud en general.
Aunque las personas con diabetes pueden beneficiarse de las mismas estrategias de manejo, los planes de tratamiento implican pilares esenciales adicionales.
Los medicamentos orales para reducir la glucosa son efectivos en la diabetes tipo 2, ya que mejoran la sensibilidad a la insulina y permiten que las células del cuerpo aprovechen al máximo los niveles circulantes de hormonas, sin importar cuán bajos puedan ser.
Dado que el páncreas de un paciente con diabetes tipo 1 no puede producir insulina, necesitan terapia con insulina.
Para un mejor control glucémico, las inyecciones de insulina deben estimular los patrones normales de secreción hormonal del cuerpo. Las formulaciones de acción rápida deben tomarse antes de las comidas para que el aumento de insulina coincida con la absorción de carbohidratos simples y cause un aumento en los niveles de azúcar en sangre.
Hablar de los diferentes planes de manejo es la transición perfecta para comparar cómo la prediabetes y la diabetes se diferencian en cuanto a la reversibilidad. Con cambios consistentes en el estilo de vida, la prediabetes es reversible y los niveles de glucosa en ayunas alterados pueden normalizarse.
En contraste, el mecanismo subyacente de la diabetes generalmente es irreversible. La resistencia a la insulina aumentada pone un estrés adicional en las células pancreáticas que producen insulina. En algún momento, estas células se agotarán y no podrán producir más insulina. Un control adecuado de la enfermedad retrasa ese punto y minimiza los riesgos de desarrollar complicaciones relacionadas con la diabetes.
Dado que la prediabetes y la diabetes se encuentran en el mismo espectro de enfermedades, los factores de riesgo de ambas condiciones son más o menos los mismos. La principal diferencia está relacionada con la gravedad de la exposición y la cantidad de factores de riesgo a los que está expuesta la persona al mismo tiempo.
Aquí hay algunos de los factores que aumentan la probabilidad de prediabetes y diabetes:
Se recomiendan chequeos regulares con tu profesional de la salud para asegurar un monitoreo y manejo efectivos de tu diabetes. Estas visitas deben incluir la toma de muestras de sangre y pruebas de los niveles de azúcar en sangre, revisión de pies, control de peso y revisiones del estilo de vida.
Esto puede complementarse con análisis de sangre regulares en casa y buscar atención médica inmediata al notar fluctuaciones graves con respecto a los valores de referencia.
Por otro lado, los pacientes con diabetes requieren pruebas más frecuentes, especialmente si tienen un control subóptimo de la enfermedad.
Según los resultados, la dosis de medicamentos orales para reducir la glucosa y la insulina pueden ajustarse para lograr el mejor cuidado.
La prediabetes no debería plantear problemas de vida graves, especialmente si la condición está controlada y no progresa a diabetes.
Lo mismo no se puede decir de la diabetes, ya que el trastorno metabólico tiene posibles consecuencias negativas en la salud general y la calidad de vida.
Aquí hay algunas de las complicaciones asociadas con la diabetes:
Ahora ya conoces cómo han sido los esfuerzos serios dedicados a diagnosticar la prediabetes en sus primeras etapas y prevenir la progresión de la enfermedad a la diabetes. Los grupos de alto riesgo y las personas con prediabetes deben ser especialmente vigilantes en el monitoreo de los niveles de azúcar en sangre elevados.
Además de realizar chequeos regulares y consultar a tu proveedor de atención médica, puedes adoptar una serie de intervenciones positivas en el estilo de vida para evitar desarrollar diabetes. Mantener un peso saludable, ser físicamente activo y adoptar patrones de alimentación saludables pueden ayudar a minimizar el riesgo de desarrollar diabetes.
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